Gregorio Marcelo Sember, «Guyo», era profesor de educación física, docente y deportista. Fue secuestrado de la casa donde vivía con sus padres el 30 de mayo de 1976, y permaneció detenido-desaparecido, hasta que en julio de 2012 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos enterrados en el cementerio de Avellaneda. Según se pudo saber posteriormente, Guyo fue asesinado, víctima de un simulacro de enfrentamiento con efectivos del ejército, que entregaron sus restos junto a los de otras diez personas asesinadas todas en el mismo simulacro, el 20 de junio de 1976. Una vez identificado, se le dio sepultura en una ceremonia muy emotiva en el Cementerio Israelita de Lomas de Zamora, en agosto de 2012.